viernes, 9 de enero de 2009

Following de Nolan

Following (Perseguidor-1998) en la segunda película de Cristofer Nolan, aquel responsable que recobró el interés del público hacia Batman, quien fue herido de muerte por el hasta ahora su peor enemigo: el sicodélico Joel Schumacher.

Following trascurre en las calles de Londres, en las idas y venidas de un aspirante a escritor que al hallarse solo, inventa pasatiempos acordes a su temperamento destemplado. Uno de ellos es seguir a las personas. Seguir por seguir, seguir para ver a dónde van. No necesariamente seguir para alcanzar, sino para seguir simplemente, sin intenciones sexuales de por medio, sin jugar a detective, sino seguir simplemente.

A medida que el juego se hace más interesante, también se hace más peligroso. Así, el protagonista, que creó ciertas reglas personales a su juego, rompe la regla principal: no seguir dos veces a la misma persona. Con la rotura de dicha regla, se inicia una serie de peripecias que terminan por involucrarlo en un crimen que no cometió, o que cometió sin saberlo.

Curioso es el guiño que hace el director al mostrar el símbolo de Batman en la puerta de la habitación del protagonista. Un guiño que nos anticipa que Nolan ya estaba decidido a filmar el Batman que superaría al de Tim Burton y haría del Guasón, uno de los mejores villanos de los últimos tiempos. Pese a su corta duración (67 minutos), Following es una película indispensable en nuestros anaqueles de Vds. piratas. Su tratamiento, su simplicidad, las actuaciones y la proyección en blanco y negro le hacen todavía más interesante. (F.R.)

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